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martes, 10 de mayo de 2016

RECETA FESTIVA. SALADITOS DE CHISTORRA


Hoy toca otro aperitivo y otra vez con hojaldre. Muchos os preguntaréis qué relación morbosa tiene este gallego con el hojaldre, pero no, no es ninguna clase de fetichismo. Lo que ocurre es que es un producto con las tres Refes.


  • Receta Fácil, como todas las de este blog.
  • Resultado Fabuloso, sinceramente creo que si observamos el resultado final de  este plato después de menos de media hora de tiempo y de trabajo apenas 10 minutos. Lo repetiréis hasta la saciedad.
  • Recuerdo Festivo, siempre que trabajo con masa, me recuerda días festivos, donde mi abuela Poly, hacía todo tipo de empanadas, langostinos, pulpo, xoubas, congrio, etc. Y mi padre estaba esperando toda la semana para deleitarse con ese exquisito manjar. Por eso digo que me deja un Recuerdo Festivo.


Pero por mucho que alabe los buenos haceres de mi abuela, este plato lo descubrí en casa de mi amiga Asun. Y enseguida lo añadí a mi repertorio con el hojaldre, por lo que,  Asun te doy las gracias por haber enriquecido mi recetario.

¡Bueno! Ya está bien de palabrería infructuosa y vamos al tema de hoy.

INGREDIENTES

  • 1 Placa de masa de hojaldre
  • 1 huevo
  • 1 chistorra
  • Sésamo

Sacamos de la nevera la placa de hojaldre. Siempre es mejor si la masa es rectangular, ya que así es más fácil la división del hojaldre. Extendemos la masa de hojaldre sobre una tabla de madera o sobre la encimera, conservando el papel que trae la masa y ubicándolo entre la superficie de trabajo y la placa de hojaldre. Sé que esto es una tontería, pero así evitamos que sufra la encimera o se deteriore la tabla.

Cortamos longitudinalmente una tira de 4 centímetros de ancho y esta a su vez en porciones de 6 centímetros. Ahora cortaríamos la chistorra en trozos de unos dos centímetros pero no os preocupéis mucho si todos no salen de igual tamaño, siempre queda mejor y más natural cuando algún trozo sobresale y otro se queda en el interior del saladito. Además, pensad que la masa es maleable y la podemos siempre estirar un poco.

Ahora debemos colocar el trozo de la chistorra sobre el rectángulo de hojaldre, dejando un espacio de medio centímetro entre el extremo del hojaldre y la chistorra y comenzamos a envolver desde ese extremo, hasta que la chistorra esté totalmente dentro del hojaldre. No debéis enrollar todo el hojaldre, veréis que os ha sobrado un par de centímetros del rectángulo por enrollar, y que la chistorra la tenemos totalmente cubierta, ahí está el truco para que os quedé un tanto diferente al que se compra en las tiendas. Imaginaros una bandera a medio enrollar, ese sería el resultado.

En cuanto a la colación de la chistorra en el interior del hojaldre, siempre debe favorecer el movimiento para enrollar la masa. Por ello, deberemos colocar la chistorra de tal forma que los dos extremos que hemos cortado y que no tienen tripa, se encuentren mirando a la parte más estrecha del rectángulo.

Repetimos el proceso hasta que acabemos la masa de hojaldre, ponemos a precalentar el horno a 180°C. Cogemos la bandeja del horno y colocamos dentro de ella un papel de horno. Es muy importante esto ya que en caso de que omitamos esta acción, los saladitos se pegarían a la bandeja del horno, siendo muy dificultoso despegarlos, sin romper la consistencia del hojaldre.

Posteriormente colocamos los saladitos en la bandeja del horno, dejando un espacio prudencial entre cada uno de ellos, ya que el hojaldre va a crecer y debes dejar que medren. Batimos el huevo en un cuenco y los pintamos cuidadosamente para no moverlos en exceso y que alguno se acabe pegando al otro.

En cuanto a pintar los saladitos, yo prefiero pintarlos sólo con la clara, queda un toque más natural y mi hija Pau me agradece mucho que tengan ese color pero a mi hija Inés, le gustan más tostados. Por lo que siempre me encuentro en la encrucijada y al final tiro por el camino de en medio.

Recordad que la intensidad del tostado depende, tanto del horno (tiempo de cocción y temperatura) como de la pintura de huevo. La clara te da un resultado más pálido y la yema, más oscuro. Si queréis una posición intermedia batís el huevo y pintáis.

Finalmente, el toque de distinción: EL SÉSAMO. Espolvoreáis un poco sobre los saladitos. Introducís la bandeja en el horno en una ubicación intermedia con calor por arriba y por abajo a 180°C y quince minutos después, ya tenéis esta obra de arte de la gastronomía.

Vigilad el horno, no todos cocinan igual. El color del hojaldre os dirá cuando están. Dejad que reposen entre 10 y 15 minutillos. No seáis ansiosos. A medida que se van templando va aumentando la intensidad del sabor del saladito.

Un consejo, no escatiméis pasta en un buen sésamo, no sabéis lo que cambia el sabor del saladito.

Ánimo y a cocinar, ya me contaréis.




5 comentarios:

  1. Ooleee maestro!!! Gracias a ti querido amigo. Y por favor, sigue delitandonos con tus exquisiteces.

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  2. Ooleee maestro!!! Gracias a ti querido amigo. Y por favor, sigue delitandonos con tus exquisiteces.

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  3. Ooleee maestro!!! Gracias a ti querido amigo. Y por favor, sigue delitandonos con tus exquisiteces.

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  4. Ooleee maestro!!! Gracias a ti querido amigo. Y por favor, sigue delitandonos con tus exquisiteces.

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