Hoy quería dedicar esta entrada a mi gran amiga Mali, que
aunque nos ha dejado, siempre la tendremos en nuestro recuerdo, son tantas vivencias,
tantos años, que es muy difícil destacar alguno.
El primero que me viene a la cabeza, es verla en la cocina de
mi casa con Irene, haciendo en chocolate del día de reyes, las dos con alguna
que otra cerveza en su cuerpo , risas, chocolate por todos lados , en el suelo,
en la campana extractora, en las cortinas, ni que decir como dejaban la cocina,
era casi necesario contratar una limpieza de obra, y llegaba el momento culmen,
llamaban a Ali, para que fuera a probar el chocolate y diera el visto bueno, ya
que después de alguna cerveza, ya no se fiaban mucho de su gusto, Ali daba el beneplácito
y se llevaba a la mesa el chocolate más rico del mundo, para que se comiera con
los roscones de reyes.
Mira que les he pedido veces la receta de ese chocolate, pero
siempre me decían las dos que no se acordaban mucho de las proporciones, que
dependía del número de cervezas.
Otro recuerdo que siempre me unirá a ella, es que era mi gran
pareja de padel, muchos viernes y sábados nos íbamos a jugar el partido de dobles
mixtos contra Irene y Juanito, y siempre les ganábamos, por supuesto.
¡Qué decir!, de las
fiestas de Halloween de mi amiga Susana, qué espectáculo de decoración y cuánto
tiempo dedicado a hacernos vivir una
noche inolvidable, pasábamos más de un mes dándole vueltas al disfraz que íbamos
a llevar, quedando para ir a comprar complementos, Isita todo el día cosiendo,
para el disfraz de Juanito.
Había disfraces inolvidables, el de Juanito de egipcio o el
de Jackie Sparrow, cuando Juan fue a Ferrol
todo el mundo lo conocía por Jackie, los
de Susana y Armando de Shrek, de flipar, el de Mali de brujita calabaza, y el
de pirata, el de Hellraiser, los de Irene y mío de la naranja mecánica, o el de
cuervo, la de Eduardo Manostijeras, un sinfín de ellos.
Pero de la fiesta que más recuerdo fue una que nos echaron Susana
y Armando a las cuatro de la mañana, a los cierra fiestas, a saber, a Ire,
Mali, Juanito y a mí, y yo digo: “No hay huevos de ir al Brown Square”,es una discoteca del barrio de Hortaleza. Y ahí que vamos.
Juan diciendo, “no nos van a dejar entrar con estas pintas”
llegamos al Brown y todo el mundo queriendo sacarnos fotos y hacerse fotos con nosotros,
éramos la atracción del garito, parecíamos famosos, como decía Sabina, Mali de
brujita calabaza, Irene, de ama dominante, encuerada y con látigo, Juanito de
egipcio y yo de The Crow, el cuervo,
os dejo una foto de esa noche inolvidable. Por cierto, también nos tuvieron que
echar del Brown.
Bueno, pero como esto es un blog de cocina os dejo la receta
de hoy.
HUEVAS ALIÑAS MALI
INGREDIENTES
3 huevas de
merluza medianas
1 cebolleta
o dos depende del tamaño
1 paquete de
aceitunas sin hueso o alcaparras
½ pimiento
rojo
1 chile
verde (opcional)
Aceite de
arbequina
Vinagre de
vino
Sal
ELABORACIÓN
Cogemos las tres huevas, y las envolvemos en papel film, de
manera individual, a modo de caramelo o chuche de niño, dándoles las vueltas
necesarias, para que no quede nada de aire en el interior, y quede lo suficientemente prensada para que tenga forma de salchicha, debemos atar firmemente cada uno de
los extremos para que no deje entrar nada de agua en su interior.
Ponemos agua abundante en una cazuela y la llevamos a
ebullición, introducimos cuidadosamente cada una de las tres huevas en la olla
y dejamos que cuezan unos veinte minutos.
Los tiempos siempre son complicados de calcular, en este
caso, es mejor que se pasen un poco de cocción y no que se queden un poco crudas,
pero yo creo que con 20 minutos es suficiente.
Las dejamos enfriar diez, quince minutos y les retiramos el
papel film, dejándolas a temperatura ambiente unas dos horas para que se vayan
compactando a medida que se vayan enfriando.
Preparamos la vinagreta, cortamos en porciones pequeñas, las
aceitunas, mi amigo Javi o mi amigo Juan Ramón pueden cambiar las aceitunas por
alcaparras, el medio pimiento rojo, la cebolleta, y un chile verde si os gusta
un toque picante fresco.
En un bol emulsionamos el aceite y el vinagre y acabamos la
mezcla echando un poquito de sal y el picadillo cortado anteriormente.
Cuando las huevas estén compactas, retiramos la telilla que
las envuelve con sumo cuidado, es el proceso más complicado ya que se pueden
romper, las cortamos en rodajas de dos centímetros, no se pueden cortar demasiado
finas, si es la primera vez que las hacéis yo empezaría cortándolas un poco más
gruesas e iría reduciendo el grosor de corte a medida que voy cortando.
Coloco las rodajas en una fuente y vierto la vinagreta encima
de ellas, meto la fuente en la nevera y dejo enfriar un mínimo de dos horas.
Si veis que la vinagreta no cubre suficientemente las huevas
coger una cuchara y verter un poco del líquido sobre la parte que no esté
cubierta.
¡Espero que os guste!
¡Va por ti Mali!