Hoy os voy a proponer una receta para triunfar en una comida
o en una cena, es muy simple, pero el resultado es espectacular.
Mis hijas Pauli e Inés o Inés y Pauli, para que no haya
celos, me lo piden muchas veces. La verdad es que cuando lo pruebas, la
amalgama de sabores diferentes que se fusionan en tu boca, te hace flotar y te produce
un momento de éxtasis, del que no quieres salir.
La receta está inspirada en una receta del cocinero italiano
llamado Nicola. Un día viendo Canal Cocina, Nicola preparaba un ceviche de
lubina y mango y me quedé prendado con esa mixtura.
Creo que todas las recetas tienes que estar inspiradas en una
base y luego tú ya le das el toque personal. Yo en este caso, he cogido los
dos ingredientes principales y le he dado una vuelta a todo. En esta receta he
cambiado el cilantro por cebollino. A mi gusto el cilantro roba mucho el sabor,
y en esta receta, necesitas conjugar el sabor dulce del mango, el ácido de la
lima y el picante del chili.
INGREDIENTES
3 LUBINAS
1 MANGO
2-3 BREVAS O HIGOS
1 CEBOLLA MORADA
PEQUEÑA
CEBOLLINO
PASTA DE CHILE ROJO
200 GRAMOS DE
TOMATES CHERRY
2 LIMAS
ACEITE DE OLIVA
VIRGEN
SAL
ELABORACIÓN
Limpiamos las
lubinas, para quedarnos con los lomos sin espinas y sin piel. Este es un
proceso que nos podemos ahorrar si se lo pedimos a nuestro pescadero.
Cortamos los lomos
en porciones de dos por dos centímetros. Las proporciones las introducimos en un
bol, les echamos un poco de sal, rallamos la monda de las dos limas, las
partimos a la mitad, exprimimos las limas y revolvemos la mezcla.
Esperamos cinco
minutos y cuanto veamos que la lubina adquiere un color blanco, como el de los
boquerones en vinagre, ya está cocinada la lubina o robaliza como se diría en mi tierra. Si vemos que algunos trozos de la lubina no han adquirido el color
adecuado, revolvemos la mezcla procurando que los trozos de lubina que todavía no
estén cocinados, queden en el fondo del bol y sumergidos en el zumo de la lima. Si en algún caso las limas son muy pequeñas y nos han producido suficiente
zumo, podemos añadir el zumo de un limón y arreglado.
Pasamos la mezcla a
un colador para desechar el líquido. Una vez escurrido los trozos de lubina con
la ralladura de la lima, los colocamos en una fuente honda y el plato ya casi
está, solo nos queda partir el resto de ingredientes.
Pelamos la cebolla
morada, la partimos a la mitad y la cortamos en aros con una mandolina. Si no
tenemos mandolina, este proceso será mucho más tedioso y el resultado final, no
tan agradable a la vista.
Cortamos el mango en
porciones de dos por dos como la lubina. No os olvidéis de pelar el mango. Dividimos los cherrys por la mitad, cortamos el cebollino en trozos lo más
pequeños posibles, añadimos la pasta de chile -con el chile es complicado
deciros una cantidad, ya que depende de la tolerancia o el gusto por el picante
que tenga cada uno-, le añadimos un chorro generoso de aceite de oliva virgen,
revolvemos bien y probamos. Ahora es el momento de rectificar de picante, si nos
gusta más bravo le podemos añadir un poco más hasta darle nuestro punto.
Acabamos cortando
las brevas o higos en rodajas y decorando el ceviche a nuestro gusto.
Espero que os animéis
a hacerla, ya veis que está tirada de hacerla. La única pega es que algunos
ingredientes no se suelen tener siempre en casa.
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